Mili en Pamplona. El servicio militar es una experiencia dura, pero recomendable. Por la mañana hacía los trabajos habituales; por la tarde, al ser licenciado, me dijeron que llevase la biblioteca. Tenía tiempo para leer y escribir. Varios poemas que aparecen en la segunda edición están escritos durante la mili, como San Luis, Egisto y De Amicitia. Había publicado otro en el 83, el primero del que quedé contento, titulado Mueren caballos en combate. Me mandaron a artillería a lomo, y allí todo eran mulos y caballos. Conviví con los animales después de haber escrito sobre ellos. Vi a los jinetes y yo mismo lo fui también. De ahí salió San Luis. O sea, que le estoy muy agradecido a la mili y a Pamplona.
Poesía y mili
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